miércoles, 27 de abril de 2011

La construcción de las escuelas







otra cuestión

de política







A principos del siglo XX, el Ayuntamiento de Campo se hizo cargo de la construcción de las Escuelas del pueblo. Como en aquél entonces esta entidad no podía hacer frente a ese gasto, pero la necesidad era imperiosa, se recurrió a la colaboración de los vecinos que, mediante suscripción de bonos, adelantaron las 12.000 pesetas que costaba la obra. El Ayuntamiento se comprometió a devolver esa cantidad en 6 anualidades, a razón de 2000 pesetas por año. Algunas familias del pueblo avalaron esta operación.

Las Escuelas se construyeron en Cabo Vila. La planta baja del edificio se dedicaba a impartir clases y el piso superior estaba destinado a vivienda de los maestros.

Un artículo aparecido en el "Diario de Huesca", con fecha 13 de Marzo de 1920, habla de este asunto a la vez que transmite el siguiente mensaje: pueblo de Campo, por vuestra mala cabeza no váis a recibir ninguna ayuda para construir las escuelas, porque no habéis votado a quien debíais (como el periódico es liberal pues el reproche es por no haber votado a los liberales). Este es el texto:



"LOS PUEBLOS: CAMPO

En breve darán principo los trabajos de las nuevas escuelas públicas de niños y niñas de esta villa. Hora era que llegara esta importante mejora; los vecinos de este culto vecindario se han dado cuenta de lo inaplazable que era el centro de enseñanza de los hombres del mañana. La necesidad se impone de que el representante en Cortes por este distrito gestione la subvención que del Estado puede obtenerse; como montañes liberales, claro digo, que no se obtendrá tal gracia. ¡Lástima que aquél ilustre senador don Luis Fatás Montes no sea nuestro representante en Cortes. Su labor en las Cortes fue fructífera para este distrito de Boltaña; una fracción no muy numerosa afrontaremos los adversarios, que no piensen más invadirnos que no lo consiguirán, los tiempos cambian. ¿Por qué? Por el desengaño, porque están mohínos y cabizbajos convictos del yerro cometido.

No sabéis, que fuera del partido liberal no hay salvación, sino por nuestro ilustre partido liberal, por nuestros dignos representantes en Cortes liberales. No contaríamos con las vías de comunicación que existen en la provincia y, una de las mejoras muy importantes que no debemos olvidar y no debemos de tener frases suficientes para elogiar y rendir homenaje al celoso senador señor Fatás, es la estación telegráfica, servicio muy importante que tanto beneficio reporta a esta villa y pueblos limítrofes. Nuestra gratitud sea imperecedera. Acatemos las órdenes de nuestros dignos jefes locales que tan dignamente acaudillan nuestra fracción, seamos fieles y no cometamos felonía alguna a la bandera liberal que desde tiempo inmemorial ondea en toda nuesta provincia.

Un vecino liberal".

Resumiendo, que si el pueblo de Campo quería unas escuelas, se las tenía que pagar.


(Fuente: información de Antonio Castel y artículo de la Hemeroteca del Diario del Altoaragón)
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