jueves, 29 de marzo de 2012

Oficios: caldereros, hojalateros (1)



Utensilios para el hogar y el trabajo


El descubrimiento del cobre tuvo lugar en el Oriente Próximo unos 5.000 años a. J. C. y fue el primer metal utilizado industrialmente, en especial con fines ornamentales. Este metal se caracteriza por la resistencia a la corrosión y la facilidad con que se trabaja. Los caldereros eran los artesanos que trabajaban el cobre batido, laminado o forjado, para hacer con él utensilios de uso doméstico (ollas, calderos, cazos, chocolateras, moldes, etc.). Aunque al principio este trabajo lo hacía también el herrero, con el paso del tiempo se produjo una especialización y los caldereros y hojalateros formaron gremio propio. El hojalatero es el artesano que hace utensilios de uso doméstico a partir de láminas de hojalata o chapa galvanizada, moldeando el metal con el martilleo. La hojalata está formada por una delgada lámina de acero que se recubre con una capa de estaño por cada una de sus caras para protegerla de la oxidación. Es fácil de conseguir, pues se puede reciclar una y otra vez y, además, es resistente y fácil de trabajar. La utilización de la hojalata data ya del siglo XV y se empleó sobre todo para la fabricación de muchos de los objetos necesarios en la vida cotidiana, como las tinas para lavar la ropa (barreños), los cubos para transportar agua, embudos, platos, faroles, cofres, recipientes de todas las medidas (para contener agua, leche, aceite), cacerolas, candiles, etc.Antiguamente, el hojalatero trabajaba a menudo como ambulante, acudiendo a los mercados y ferias de los pueblos, ofreciendo sus servicios por las calles o, incluso, llamando de puerta a puerta por aldeas y ciudades. Para lo que eran más solicitados era para reparar los utensilios que se habían estropeado, ya fuera porque se había dañado la capa de protección de los mismos o porque se habían agujereado.El oficio de hojalatero exigía mucha destreza por parte del artesano en todas las fases del proceso de fabricación de una pieza (había que trazarla, cortarla, modelarla, unirla, reforzarla, añadirle las asas si las hubiere, soldarla, lavarla). Además, el hojalatero necesitaba tener también ciertos conocimientos de cálculo para poder fabricar con precisión algunos objetos que servían de medidas de capacidad, como las lecheras que se utilizaban para comprar la leche, los medidores de aceite en las tiendas, etc., a los que había que dar exactamente la capacidad exigida.Los caldereros, tanto artesanos del cobre como de la hojalata, no sólo trabajaban por encargo, sino que muchas veces exponían en su taller piezas que habían elaborado por su propia iniciativa y que estaban dispuestas para la venta. Esta posibilidad de poder encontrar allí algunos objetos ya listos para la compra originó que fueran precisamente ellos unos de los primeros artesanos en transformar sus talleres de trabajo en comercios. Estas tiendas en muchos casos se convertirían en ferreterías, donde se podían comprar clavos, cables, alambre y otros utensilios de trabajo, y también ofrecían a la clientela juegos de café, vajillas y otros objetos del hogar necesarios para la vida cotidiana.En Campo las personas que desempeñaron estos oficios llegaron de Francia, dentro de lo que fue una tendencia migratoria muy arraigada, especialmente a partir del siglo XVII. En efecto, grupos de caldereros franceses pertenecientes a una misma familia o unidos por relaciones de vecindad, ya que solían ser del mismo pueblo, se desplazaban hacia Aragón con el fin de ejercer su profesión trabajando durante unos años en nuestra tierra, pero con la intención de retornar a su lugar de origen en cuanto hubieran obtenido algún beneficio. En tierras aragonesas se establecían todos los componentes de ese grupo en una misma localidad y, en muchas ocasiones, hasta en un mismo domicilio, con el fin de limitar los gastos de alojamiento. Esta es la situación que nos muestra el Censo Electoral del año 1910, en el que encontramos a:Santiago Laforga de Juan, de 60 años, habitando en la calle San Antonio, n.° 24, de profesión calderero. También se menciona a sus hijos: Juan Laforga Dafís (el apellido correcto es Doffis), de 29 años y Marcelino Laforga Dafís, de 27 años, habitando ambos en el domicilio de su padre, calle San Antonio, n.° 24, con la misma profesión: caldereros. Aparece viviendo en la misma dirección y desempeñando el mismo oficio Beltrán Lafont Laforga (que pensamos que el primer apellido debe ser Safont), de 39 años de edad, y que debía tener alguna relación de parentesco con el dueño de la casa (posiblemente sobrino). No aparecen sólo ellos con esta profesión, pues los hermanos José Lailla Lailla y Alejo Lailla Lailla, de 52 y 49 años respectivamente, habitando ambos en la calle la Iglesia, n.° 13, también figuran como caldereros. Estos hermanos eran también de origen francés, aunque no sabemos si de la misma localidad o región que los Laforga.
Curiosamente, en el Censo Electoral de Campo
del año 1930 sólo quedan desempeñando ese oficio dos personas, a las que se denomina hojalateros y no caldereros. Son: Juan Laforga Dafín de 46 años, de la calle San Antonio, n.° 10 y José Lailla Lailla José, de 60 años, habitando en calle Nueva, n.° 32. Cabe destacar que la emigración de caldereros franceses que llegó a Campo echó raíces, puesto que el primero que vino, Santiago Laforga de Juan, fue el que dió el nombre de “casa Calderero” a la casa que él habitó y que ha continuado llamándose así hasta nuestro días. También la familia Lailla se estableció definitivamente en nuestro pueblo y el apellido perdura todavía.

(Censos Electorales de Campo. Fotos de Antonio Castel: objetos pertenecientes a la familia Laforga)

lunes, 26 de marzo de 2012

Asamblea y Fiesta de la Asociación de la 3ª Edad "San Bllascut"


Una fiesta familiar
La Asociación de la Tercera Edad "San Bllascut", convoca a todos los socios a la Asamblea General Ordinaria que se celebrará el sábado 31 de marzo de 2012 en el Local de la Asociación, a las 12.30 horas en primera convocatoria y a las 13.00 horas en segunda.
Una vez finalizada la Asamblea General, tendrá lugar para todos los socios una comida GRATUITA en el Restaurante Cotiella. Es importante inscribirse antes del lunes 26 de marzo. Podéis apuntaros contactando con Aurelio, Rosita o Concha.
En Campo hay muchas actividades, tanto para los jóvenes como para los menos jóvenes, con el fin de que nadie se encuentre solo. Y recordamos a todos que también, para las personas de la Tercera Edad, contamos con la estupenda residencia "Valle de Esera", que cuenta con unas magníficas instalaciones.
Esperamos que todo vaya muy bien el sábado, tanto lo que se refiere al trabajo (la Asamblea), como a la diversión (la comida).

domingo, 25 de marzo de 2012

Cartilla de racionamiento


Todo bajo control
El 14 de Mayo de 1938 se estableció en España el sistema de Racionamiento. Ante la escasez alimentaria que padecía el país, se asignó por el Gobierno cierta cantidad de puntos a cada familia con los que podían adquirir algunos productos básicos (judías, arroz, aceite...) canjeándolos. En Mayo de 1943, las cartillas de racionamiento dejaron de ser atribuidas a las familias, para ser sustituidas por las cartillas individuales. En el año 1952 se acabó con esta práctica. Ofrecemos un escrito de Antonio Castel sobre este tema:
"Después de la terminación de la guerra, el año 1939, quedó limitada la venta y adquisición de alimentos, sobre todo los de primera necesidad como: pan, aceite, azúcar, garbanzos, lentejas, etc.
El estado procedía de la siguiente forma: obligaba al agricultor a la entrega del fruto de las cosechas. El trigo era recogido en grandes almacenes, llamados silos, que eran del estado y de allí salía controlado hacia las harineras para ser molido; de éstas, convertido en harina, llegaba a los panaderos, meticulosamente pesado para que a cada persona le dieran tantos gramos de pan al día.
El montaje era perfecto y no podía desviarse de lo trazado, sin embargo, el cosechero procuraba desviar parte del trigo cosechado y quedárselo para el consumo de su casa. Lo escondía en armarios, en sacos bajo la paja, etc. por si había una inspección. Mayor problema presentaba el trabajo de molerlo, necesariamente debía recurrir al molino público. El peligro le acechaba constantemente, durante el día tanto la Guardia Civil como unos Inspectores llamados de "Tasas" podían sorprender al arriero que llevara a moler sacos de trigo.
Se intentó sacarlo de casa durante la noche, pero también había riesgo. La Guardia Civil vigilaba día y noche. Hubo casos de aprehendimiento, la ley actuaba rápida: requisición del grano, una multa y en ocasiones hasta cárcel.
REPARTO DE VÍVERES A LA POBLACIÓN
Cada ciudadano era titular de una Tarjeta de Abastecimiento, expedida por una Comisaria General de Abastecimientos, en la que constaba la filiación completa. Luego, le adjudicaban una Cartilla de racionamiento de varias hojas a modo de sellos, que entregaba al comerciante en el momento de retirar la mercancía correspondiente a cada mes.
En general funcionaba así: tres o cuatro comerciantes de Campo estaban autorizados a repartir el racionamiento recibido. Una vez al mes llegaba el aceite, arroz, etc. El pregonero anunciaba la llegada y el día de su distribución a cada familia, que recibía la ración del mes correspondiente.
Recuerdo que de niño vi colas de mujeres frente a casa del señor Miguel de Juan, con pucheros y botellas en las manos esperando que se deshelara el aceite congelado en los bidones, el comerciante hacía fuego bajo los recipientes metálicos, con el calor se licuaba el preciado líquido. Entonces empezaba el reparto. Hasta que se armaba cierto "guirigay" entre las asistentes que aguardaban cola. La cantidad entregada debía durar para todo el mes, de lo contrario, a partir del momento de su terminación no habría más para seguir comiendo hasta el próximo reparto.
(Fuente: Texto de Antonio Castel. Fotos de la Castilla de racionamiento y los cupones, de Antonio Castel).

miércoles, 21 de marzo de 2012

Guerra de Sucesión


en CAMPO

Pocas noticias tenemos sobre la participación de Campo, en los importantes hechos bélicos que se han vivido en España a lo largo de siglos pasados. Y, al ignorar la participación de nuestro pueblo en aquellos hechos, nos puede parecer que estuvo al márgen de todo. Bueno será, pues, que vayamos recopilando las menciones sobre Campo que encontremos en documentos y publicaciones históricas, para ir descubriendo de qué manera participó en los principales acontecimientos de la Historia de España.Recordaremos ahora, su papel en la Guerra de Sucesión. A la muerte sin descendencia del rey Carlos II el 1 de noviembre de 1700, se planteó el problema de su sucesión. Una parte de la población española tomó partido por el Archiduque Carlos de Austria, al que se dió el nombre de Carlos VI, mientras otra parte se inclinó por Felipe de Borbón, nieto de Luis XIV de Francia, que fue quien finalmente reinó como Felipe V. La guerra dividió España. Es imposible resumir en algunas palabras cuál era la situación militar en aquellos años, sobre todo en Aragón, pues las adhesiones a uno u otro partido beligerante cambiaba de pueblo a pueblo, y casi de día a día, pues a la toma de una población por un ejército, se sucedía su recuperación a los pocos días por los que la habían dominado antes, y así sucesivamente... Recogeremos aquí algunos fragmentos de un texto escrito por Bernard Druene titulado: “La Guerre de Succession dans la Ribagorce et la Conque de Tremp de 1707 à 1709. Chronique des Operations Militaires”.
- Druene explica en dicho documento que, cuando a principios de 1709 d’Estaing dirigía la tropa de Felipe V, se tomó la Puebla de Roda dejando allí a 300 hombres de Louvigny y ordenó a Carole ocupar Campo, donde el enemigo (o sea, los imperiales) abandonaron el pueblo sin oponer resistencia.- En el mes de abril de ese año 1709, para preparar el ataque al castillo de Benasque se concentró en Campo una columna que tenía que mandar Monsieur Dufort, compuesta por 100 hombres, que ya estaban en Campo, más 100 hombres de Hauavre, 100 hombres de Louvigny y 20 húsares. En total eran 300 fantasines y 20 caballeros que tenían que ir en socorro del conde d’Estaing, para recuperar el castillo de Benasque.- En un comunicado del 9 de junio de 1709 de d’Estaing al Ministro de la Guerra, se le informa que, entre otras fuerzas, contaba “en la comunicación de Campo a Benasque”, con 570 hombres, 400 al mando de Berwick y 170 dirigidos por Louvigny.
Hay
que imaginarse a Campo por aquél entonces, sufriendo la presencia de la tropa. Como bien recuerda Bernard Druene, en Aragón (como en Cataluña) no se conocía esta servidumbre, ya que estaban exentos en virtud de los fueros. Vale la pena recordar que fué precisamente Felipe V quien acabó con esos privilegios.
Para e
vitar todas las quejas que los pueblos hacían llegar al rey para lamentarse de los abusos que el paso de las tropas cometía, se decidió que cada pueblo ofreciera una contribución en metálico por las raciones que correspondieran a los soldados, así éstos pagarían su alojamiento, según su categoría (las cantidades eran diferentes, pues no era lo mismo lo que costaba la manutención de un oficial que un soldado de tropa).
En el Expediente de Infanzonía de Pedro Aventín y de Boyl de 1761, se hace también referencia a las consecuencias de la Guerra de Sucesión en Campo, aunque no sabemos exactamente quienes fueron los responsables del saqueo al que se hace mención. Concretamente, en dicho Expediente se dice lo siguiente al hablar del casal de los Aventín:“... que aunque con las turbaciones de la Guerra en el año mil setencientos seis se quemó mucha parte del citado casal o palacio y otras de dicha villa en el saqueo que hubo en ella...”.Estos textos nos confirman que Campo no estaba al márgen de los avatares históricos de la nación, al contrario, como ocupa un lugar estratégico en una encrucijada de caminos, ha jugado un papel importante en muchas ocasiones.
(Fuente: Información de Bernard Druene. Expediente Infanzonía de Pedro Aventín, de Campo. Fotos: Felipe V de Velázquez; Rendición. Batalla de Almansa, Ricardo Balaca; Abolición de los Fueros y Privilegios de Valencia y Aragón (1707) tras consulta de Felipe V a Melchor de Macanaz).

domingo, 18 de marzo de 2012

Un tren para soñar

Próxima estación: CAMPO
Soñar no cuesta dinero, y soñar que un tren llegaría a Campo no fue sólo la ilusión de algún paisano optimista, sino que en varias ocasiones el proyecto se estudió seriamente. En esta ocasión, transcribimos la noticia aparecida en el "El Diario de Huesca" del 25 de agosto de 1904, haciendo referencia a esta iniciativa.
"Asuntos provinciales. Ferrocarriles secundarios: Se trabaja activamente en la Jefatura de Obras públicas de esta provincia para formar el ante-plan de ferrocarriles secundarios que se ha de someter a información pública, lo que se efectuará dentro de pocos días. Comprenderá tres líneas, que sumarán totalmente unos trescientos kilómetros:
- Una, de Pasajes a Ainsa, por valle de Basa, prolongación de la de Pasajes a Jaca.
- Otra, de Salinas de Sin al puerto de los Alfaques, siguiendo el curso del río Cinca, por Monzón y Fraga.
- Y otra, de Huesca a Campo por los somontanos de Huesca y Barbastro, al congosto de Olvena y Graus.
En este plan se someterá a información pública, dándose a conocer en el Boletín Oficial de la provincia con los más precisos detalles de traza y recorrido, a fin de generalizarla y facilitarla. Por precepto expreso de la ley, informaráse la Diputación provincial, la Cámara de Comercio, el Ingeniero Jefe del Distrito Forestal y el de Minas. En el ante-plan de la provincia de Lérida se incluye una línea de Lérida a Fraga".
(Fuente: Hemeroteca "Diario del Altoaragón", "El Diario de Huesca"- Foto gentileza de Pedro el Pastor)

miércoles, 14 de marzo de 2012

Actos religiosos


Prácticas piadosas en Campo, año 1918



28 de Junio de 1918.- De Campo: Solemnidad y brillantez extraordinaria revistieron los cultos por esta villa dedicados al Délfico Corazón con motivo de la fiesta a El consagrada en este mes, así como los del día 13 a San Antonio de Pádua. Numerosas personas se acercaron a la Sagrada Mesa. Compacta muchedumbre que se apiñaba en torno del altar en que se destacaba la imagen bendita de Cristo Rey, entre profusión de luces y flores, parecía llevar en sus férvidas plegarias el vehemente anhelo, el deseo ardiente del cumplimiento de aquella consoladora promesa: "reinaré en España"... puesto que allí, en cada corazón, tenía dispuesto un trono...
Ante espectáculos tan hermosos, el alma se abre a los más dulces optimismos, a las esperanzas más risueñas y enajenada con ideas tan sublimes, cree ver en lontananza la realización de tan divino ensueño: el reinado del Hombre Dios haciendo el milagro de trocar en dicha las amarguras, el abatimiento en grandeza de esta su predilecta y desventurada España que, como rosa marchita, fue perdiendo sus antiguos esplendores, en la proporción misma en que iba ella alejándose de Dios. No se ha extinguido en este rinconcito aquella robusta fe heredada de nuestros mayores.
Las ingentes montañas que le rodean semejan colosal muralla, barrera gigantesca dispuesta como para atajar el paso a la inmensa ola de grosero materialismo y de frío excepticismo que hoy todo lo llena e invade. Aquí, "alejados del mundanal ruido", como dijera el clásico, se respira cesa sencilla piedad que tiene la mágica virtud de almibarar las amargas contrariedades, esa piedad que sabe dorar las nubes de la tribulación como dora el sol los celajes que a su salida asoman por Oriente...
Sentados setos precedentes, no es pues de admirar que los citados días, el amplio templo estuviera rebosante de fieles ávidos de escuchar celestial doctrina, que a raudales brotaba de los labios del reverendo padre Fernando Franco, del Inmaculado Corazón de María. Su cálida palabra sabe iluminar la inteligencia y llegar hasta el corazón, cosa a nuestro humilde entender harto dificil.
Cumplidamente demostró lo que afirmamos, tanto en sus magníficas oraciones sagradas como en sus magistrales conferencias. Como digno remate, la tarde del día 13 se organizó una procesión en la que se sacó por vez primera una linda imagen del Purísimo Corazón de María, adquirida recientemente. Esta y las que ya existían, fueron primorosamente adornadas por varias señoritas de la localidad que probaron poseer delicado gusto artístico, y que después se disputaban el honor de llevar las andas de la excelsa Reina de la Madre amada. Algunas jóvenes, con sus dulces y argentinas voces, entonaron preciosos motetes alusivos al acto.
Ya en la iglesia, pronunció el referido Padre conmovedor sermón de despedida, que arrancó lágrimas a cuantos tuvieron el placer de oirle. Recordó lo que la visita domicilaria por aquí implantada significa, los deberes que esta bella práctica lleva consigo y los óptimos y copiosos frutos que reporta. Por último, poniendo en sus frases el celoso fuego de un apostol, el ardor de un Serafín, el fervor de un santo, dijo dando a su voz algo que parecía sobrenatural inflexión: "¡Os dejo mi madre!...".
Plácemes mil merece el virtuoso y anciano párroco don Antonio Abad para quien no hay obstáculos ni dificultades cuando del provecho espiritual de sus queridos feligreses se trata. Vaya también un aplauso sincero para las distinguidas señoras y amables señoritas organizadoras y coadyuvadoras de las religiosas funciones, de que acabamos de dar pálido reflejo". Firmado: Ignoto (Escrito el 15 de Junio de 1918).
(Hemeroteca "Diario del Altoaragón", "Diario de Huesca". Fotos gentileza de: Coro de la iglesia de Campo, de Angel Huguet; Imagen de la Virgen para llevar por las casas, de Antonio Castel).

domingo, 11 de marzo de 2012

Cupo de traviesas de ferrocarril


Contribución obligada
Después de la Guerra Civil, concretamente a comienzos de 1941, se creó la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE) que tenía como objetivo proceder a la renovación del trazado viario, así como a la construcción de material rodante. Para ello se necesitaba una ingente cantidad de madera, necesaria tanto para hacer las traviesas de las vías como para la construcción de los vagones. Como eran tiempos de autarquía, donde había que autoabastecerse porque no se podía importar nada, se buscó el aprovisionamiento en los montes españoles. Para ello se estableció un sistema de cupos que debían satisfacer tanto los propietarios de montes particulares, como los contratantes o rematantes de montes públicos, que quedaban obligados a entregar sobre vagón el cupo fijado por la Jefatura del Servicio Forestal. Y si no se hacía, llegaban las sanciones...

"Nueva España", 21 de Junio de 1949. "Gobierno Civil: Por el Ministerio de Obras Públicas, a propuesta de la Comisaría de Material Ferroviario y en cumplimiento del Decreto del 5 de diciembre de 1947 y Orden de dicho Ministerio, fecha 12 del mismo mes y año, han sido sancionados la JUNTA VECINAL de Yebra (Huesca) con multa de SEISCIENTAS SETENTA Y CINCO PESETAS (675), JUNTA ADMINISTRATIVA de Senz (Huesca) con multa de DOS MIL CUATROCIENTAS PESETAS (2.400), DOÑA MARINA DIAUS de Riglos (Huesca) con multa de CUATRO MIL CIEN PESETAS (4.100) y DON DANIEL FUSTER, de Campo (Huesca) con multa de TRES MIL QUINIENTAS PESETAS (3.500), todos ellos por incumplimiento del cupo obligatorio de traviesas, dándoseles el plazo de dos meses a partir de la fecha de 11 de Junio de 1949 correspondiente a dicha resolución, para la entrega de las traviesas objeto de los expedientes incoados".
"Nueva España", 20 de Julio de 1950. Sanciones por falta de entrega de cupo obligatorio de traviesas. Por el Ministerio de Obras Públicas, a propuesta de la Comisaría de Material Ferroviario y en cumplimiento del Decreto de 5 de diciembre de 1947 y Orden de dicho Ministerio, de fecha 12 del mismo mes y año, ha sido sancionado nuevamente don Jorge Pons, vecino de Foradada del Toscar (Huesca), imponiéndosele una multa de CINCO MIL NOVECIENTAS VEINTICINCO PESETAS (5.925) por incumplimiento del cupo obligatorio de entrega de traviesas, dándosele el plazo de dos meses a partir de la fecha de 13 de julio de 1950 correspondiente a dicha resolución, para la entrega de las traviesas objeto del expediente incoado. También, por el mismo Ministerio y en cumplimiento de las mismas disposiciones, se ha sancionado nuevamente a don DANIEL FUSTER, vecino de Campo (Huesca), imponiéndosele una multa de TRESCIENTAS PESETAS (300) también por incumplimiento del cupo obligatorio de entrega de traviesas, dándole el plazo de dos meses a partir del 13 de julio de 1950, para la entrega de los traviesas objeto del expediente que se le ha incoado. Lo que se publica para general conocimiento y demás efectos".
Y del año siguiente, hemos encontrado las siguientes multas por el mismo motivo: "Nueva España", 15 DE AGOSTO DE 1951. - Por el Ministerio de Obras Públicas a propuesta de la Comisaría de Material Ferroviario, y en cumplimiento del Decreto de 5 de Diciembre de 1947 y Orden de dicho Ministerio fecha 12 del mismo mes y año, han sido sancionados nuevamente el vecino de Foradada del Toscar JORGE PONS y la JUNTA ADMINISTRATIVA de Senz (Huesca), con multas de cinco mil novecientas veinticinco (5.925) y dos mil novecientas cuatrocientas (2.940) pesetas, respectivamente, por incumplimiento del cupo obligatorio de entrega de DOS MESES a partir de la fecha 10 de agosto de 1951, correspondiente a dicha resolución, para la entrega de las traviesas objeto del expediente incoado. Por Dios, España y su Revolución Nacional sindicalista".
(Fuente: Hemeroteca "Diario del Altoaragón". Fotos: "Serrería", M. J. Fuster. Anuncio de traviesas para los madereros, "Nueva España", 28 de Julio, 1946.).

miércoles, 7 de marzo de 2012

Constructor de relojes

"El Diario de Huesca". 29 de Octubre de 1924. Desde Lascellas: Una excursión escolar.

Gustamos de conocer la pedagogía viva; para ello abandonando la rigidez del texto y nuestro pobre local de clase, triste, sin luz, sin aire, si sol, que roba la salud; con el entusiasmo que es de suponer entre los niños, damos principio dentro del curso escolar y los jueves por la tarde, a visitar las industrias que dentro de la localidad hay, como talleres, fábricas y para las necesidades de la localidad, ya que a los niños no es suficiente sólo la explicación, es preciso que se den fielmente cuenta de las cosas que les rodean, enseñándoles si están a su alcance. Así, se llegan a formar idea de ellas mejor que con las largas explicaciones en los estrechos límites de la escuela.
Empezamos con la visita a los talleres de construcción de relojes de torre, de don Francisco Coll y sobrinos. Después de los saludos y explicaciones propias del caso, don Francisco Coll todo un hombre por su inteligencia y carácter, nos dice que tiene gran satisfacción en que le hagamos esta visita, para poder demostrar a los niños, hombres de mañana, las enseñanzas provechosas que de ella han de sacar.
A indicación del señor Coll, los niños fueron pasando por una vasta sala al primer taller, donde el señor Coll fue explicando a los niños la conveniencia de que forma parte de la educación el conocimiento de los oficios manuales y, sobre todo, el conocimiento de los oficios mecánicos, sobre todo herreros, porque la industria del hierro es la piedra angular de la civilización moderna.
No quiso el señor Coll que los niños pasaran más adelante en sus talleres, sin que conocieran primero lo que es una fragua y los elementos de que ésta está formada, como la chimenéa y el montón de mineral y de carbón. El carbón generalmente empleado es el vegetal, para fundir con esta clase de fraguas modernas, y el hierro sale ya en disposición de ser forjado en el martinete.
Ya comprenderéis queridos niños, les dice el señor Coll, que para esta industria no iba a montar aquí altos hornos, pues las fundiciones son siempre según los pedidos que tiene la casa pendientes, pues el mineral como por su calidad es inmejorable y es comprado en cantidades pequeñas, sobre todo el bronce, y se reduce al estado metálico por el sistema de la forja. El carbón vegetal que es como ya llegó, sabréis es el que produce la mejor calidad de hierro y luego con el hacemos la mar de objetos importantes para la industria, como ya conoceréis poco a poco en los otros talleres.
Desde este taller pasaron los niños a otra dependencia, donde vieron fundir algunas piezas, sobre todo en bronce, fijando mucho su interés al "escudillar" el mineral en los moldes ya preparados por el señor Coll, con tiempo suficiente para ello.
Después, pasaron a otro taller donde los niños no perdían el menos detalle, sobre todo en las poleas, motores, palancas, taladros, tornos, innumerables objetos difíciles de clasificar y definir, pero sí todo material moderno. Los niños no perdían el menor de los detalles que recogían pasando a los cuadernos luego después, para desarrollarlos en la escuela.
Las horas pasaban a los niños rápidas viendo funcionar aquellas máquinas, que poco a poco convertían el hierro en bruto en el objeto que cada operario quería y, en este último taller, vimos trabajar a los simpáticos sobrinos del señor Coll, tres inteligentes muchachos, José, Gregorio y Joaquín, en los últimos retoques de un precioso reloj, cuya máquina era para el pueblo de Aragüés del Puerto (Jaca).
Podemos estar orgullosos de poder contar con una industria montada como no hay por esta región: dicha industria la implantó su padre y el primer reloj que la casa hizo fue para el pueblo de Bandaliés en el año 85, siendo colocado en la torre el 24 de Agosto del año 86, siendo alcalde por aquella fecha don Antonio Vallés y por el valor de 3.000 reales. Sus trabajos han sido premiados en distintas exposiciones como en la de Zaragoza y Huesca, con diplomas y medalla de or0 en la primera.
Y para terminar, diré los nombres de los pueblos cuyos relojes han sido construídos en estos talleres: Zaragoza (San Pablo), Huesca (Santo Domingo), Barbastro (Catedral), Bespén, Santa Cruz (Jaca), Berdún, Torres de Montes, Argabuesi, Ansó, Angüés, Albero Alto, Cagigar, Saravillo, Estada, Lastanosa, El Tormillo, Siétamo, Pomar, Alcolea de Cinca, Esquedas, Sena, Torres de Alcanadre, Binaced, Pueyo de Santa Cruz, Adahuesca, Arguís, Buerda, Salas Altas, Zaidín, Laluenga, Torla, La Almunia de San Juan, Abiego, Ponzano, Almuniente, Piedratajada, Perdiguera (Zaragoza), Plasencia del Monte (Zaragoza), Aljafarín, Fuente de Salón, Torres de Barbués, Campo, Nuez de Ebro, Tolva, Sin, Bielsa, Panzán, Saravillo, Boltaña, Valpalma (Zaragoza), Torres del Obispo, Polañino y éste en construcción de Aragüés del Puerto, y otro pedido tan pronto terminen éste, que es para el pueblo de Chimillas, que hace tiempo lo piden con gran interés.
Muy agradecido en nombre de todos los niños que han asistido a esta excursión escolar, durante la visita a dichos talleres del señor Coll y sobrinos lo hacemos muy extensivo a dicha familia, desde estas columnas del simpático "El Diario de Huesca", quedando para la próxima excursión escolar a la Central de don José María Guiral. Terminamos por hoy nuestra labor de pobre cronista, hasta la próxima excursión. El corresponsal".


(Fuente: Hemeroteca "Diario del Altoaragón", "El Diario de Huesca". Fotos gentileza de: "El reloj", de Angel Huguet Ascaso; "Iglesia" de Hnos. López; "La iglesia de noche" de Cristina Pauli).

domingo, 4 de marzo de 2012

Juegos de niños


JuegOOOs de chicos
En Campo tenemos un estupendo Museo de Juegos Tradicionales, en el que se puede conocer o recordar todos aquellos juegos que jugaban los niños de antes, y los de ahora. Nosotros transcribimos a continuación lo que ha referido Antonio Castel en su libro sobre Campo, referente a este tema. Sabemos que quedan algunos juegos sin mencionar pero, con vuestra ayuda. iremos completando el recuento.
"Durante los días festivos y horas libres extraescolares, que eran bastantes, pues entonces no estábamos absorbidos por los modernos planes de estudio, nos dedicabamos a jugar. La Plaza es el centro de acogida y diversión, allí acude cada uno después de salir de la escuela, con una tajada de pan untado con vino y azúcar o aceite. En la temporada del tomate, éste sustituye a los anteriores. Entre mordisco y mordisco empieza el juego:
De los cartonez.- Se hacen doblando las cartas de la baraja, de cada una salen dos. Se colocan sobre un taco, se lanza una piedra fina y aplanada, seleccionada en la "llera" o con una "perragorda" de 10 céntimos, de cobre y broce. Hay que derribar la pequeña torre, y todos los que al caer se sitúen encima de la piedra pasan a ser propiedad del jugador.
Los "bolez".- Es el juego de canicas; para ello se hace un agujero en el suelo, que será el centro de partida de las jugadas y del retorno de cada una de ellas; se trata de dar a la del contrincante y volver al hoyo. La canicas pueden ser de cerámica, cristal y hasta de acero inoxidable, extraídas de los cojinetes, más pesadas. Hay de varios colores.
La rueda y el gancho.- el que desea mover sus piernas, corre tras un aro metálico con un gancho en la mano para empujarlo y guiarlo. Da vueltas sin cesar por la Plaza y otras calles, hasta que se cansa o es hora de cenar.
Carros de madera.- Los más habilidosos construyen un carrito de madera. Para ruedas, cuatro cojinetes, dos ejes, el delantero actúa de dirección, lleva atada una cuerda, según se tire a la derecha o izquierda girará hacia ésta u otro parte. Para chapa inferior, unas tablas, sobre las que descansa un pequeño asiento. Como no es "automóvil" tiene que empujar uno, si la fuerza es suficiente bajará en un tirón toda la Plaza hasta el pedrizo de la Rafela. La subida, necesariamete, es a base de fuerza, se turnan: ahora bajas tú, luego yo. Tanto los aros metálicos como los carritos de madera producen ruido que llegan a molestar; algún comerciante se asoma a la puerta de su establecimiento y amenaza, pero como son amenzas que casi nunca se cumplen, el juego sigue.
Escondite.- Otros corren al escondite por los porches, cruzan de la Plaza a la calle del Vallo por el paso de casa de Perico.
Objetos de alfarería.- En primavera, cuando el agua es fácilmente asequible, juegan con el barro. Hacen objetos pequeños: mesas, sillas, alguna figura humana. Otros modelan una cazuela que arrojan al suelo, ésta revienta por la superficie, a ver quien hace el agujero más grande.
Lanzamiento de una lata.- Los más técnicos mezclan carburo con agua en un hoyo, que rápidamente tapan con una lata agujereada por la tapa de arriba, cuando hay gas suficiente acercan una caña con una cerilla en la punta y se produce una pequeña explosión: la lata sale lanzada a los aires.
El petadó.- Se corta una rama de saúco, se ahueca interiormente por donde se hace pasar unas bolitas de cáñamo humedecidas con saliva. La primera se sitúa en el borde de salida, despues otra mediante un palo acondicionado se empuja con rapidez, la primera sale y produce un petardo, de aquí su nombre.
El fabirol.- Es una flauta de caña. La tocan bien los pastores en el monte.
El chuflé.- Cuando los árboles brotan, la piel salta de las rama con facilidad, sobre todo de los chopos, se hace una abertura que se tapona en parte soplando con fuerza y produce el silbido.
Instrumentos musicales.- Con cosas sencillas como una caja y un papel de fumar se construían los más diversos instrumentos musicales, llegaban a formarse hasta orquestinas que tocaban el "yo te daré..".
(Fuente: Texto de Antonio Castel. Fotos gentileza de: "Niños jugando por las calles de Campo", de Fernando Maestro; "Niños jugando", Goya; "Música en familia", M. J. Fuster).