viernes, 10 de julio de 2015

Un poco de lírica no hace daño


En la sección "DICEN LOS PUEBLOS" de "El Diario de Huesca" del 18 de junio de 1918, se publicó el siguiente artículo:


Campo. J. L. Pallaruelo
DESDE CAMPO

Solemnidad y brillantez extraordinarias revistieron los cultos por esta villa al Divino Corazón con motivo de la fiesta a El consagrada en este mes, así como los del día 13 a San Antonio de Pádua.
Numerosas personas se acercaron a la Sagrada Misa. Compacta muchedumbre que se apilaba en torno del altar en que se destacaba la imagen bendita de Cristo Rey, entre profusión de luces y flores, parecía llevar en sus férvidas plegarias el vehemente anhelo, el deseo ardiente del cumplimiento de aquella consoladora promesa "Reinaré en España", puesto que allí, en cada corazón tenía dispuesto un trono...
Ante espectáculo tan hermoso, el alma se abre a los más dulces optimismos, a las esperanzas más risueñas y, enajenada con ideas tan sublimes, cree ver en lontananzas la realización de tan divino ensueño: el reinado del Hombre Dios, haciendo el milagro de trocar en dichas las amarguras, el abatimiento en grandeza de esta su predilecta y desventurada España, que como rosa marchita fue perdiendo sus antiguos esplendores, en la proporción misma en que iba ella alejándose de Dios.
Campo. 1910
Las ingentes montañas que la rodean semejan colosal muralla, barrera gigantesca dispuesta como para alejar el paso a la inmensa ola de grosero materialismo y de frío escepticismo que hoy todo lo llena e invade. Aquí, alejados del mundanal ruido, como dijera el clásico, se respira una sencilla piedad que tiene la mágica virtud de almibarar las amargas contrariedades con piedad, que sabe dorar las nubes de la tribulación como dora el sol los celajes que a su salida asoman por Oriente.
Sentados estos precedentes, no es, pues, de admirar que los citados días el amplio templo estuviera rebosante de fieles ávidos de escuchar celestial doctrina que a raudales brotaba de los labios del reverendo Padre Fernando Franco, del Inmaculado Corazón de María.
Su cálida palabra sabe iluminar la inteligencia y llegar hasta el corazón cosa, a nuestro humilde entender, harto difícil. Cumplidamente demostró lo que afirmamos, tanto en sus magníficas oraciones sagradas como en sus magistrales conferencias.
Como digno remate, la tarde del día 13 se organizó una procesión en la que se sacó por vez primera una linda imagen del Purísimo Corazón de María, adquirida recientemente.
Esta y las que ya existían fueron primorosamente adornadas por varias señoritas de la localidad, que probaron poseer delicado gusto artístico y que después se disputaban e honor de llevar las andas de la excelsa Reina, de la Madre amada. Algunas jóvenes, con sus dulces y argentinas voces, entonaron preciosos motetes alusivos al acto.
Ya en la iglesia, pronunció el referido Padre conmovedor sermón de despedida, que arrancó lágrimas a todos los que tuvieron el placer de oírlo. Recordó lo que la visita domiciliaria -por él aquí implantada- significa, los deberes que esta bella práctica lleva consigo y los óptimos y copiosos frutos que reporta. Por último, poniendo en sus frases el celoso fuego de un apóstol, el ardor de un serafín, el fervor de un santo, dijo dando a su voz algo que parecía sobrenatural inflexión: "¡Os dejo lo que más amo! ¡Os dejo mi madre!"...   
Plácemes mil merece el virtuoso y anciano párroco don Antonio Abad, para quien no hay obstáculo ni dificultades cuando del provecho espiritual de sus queridos feligreses se trata.
Vaya también un aplauso sincero para las distinguidas señoras y amables señoritas organizadoras y coadyuvadoras de las religiosas funciones de que acabamos de dar pálido reflejo.
Firmado: Ignoto."
¿Os acordáis cuándo se pasaban de casa en casa las imágenes de la Virgen, del Sagrado Corazón y creo que también de San Antonio? La traía un vecino, se le rezaba una oración, se tenía en casa el tiempo reglamentario, se ponía alguna moneda (dos o tres "perretas") en un cajoncito que llevaban y se llevaba a casa de otro vecino.


(Fuente: Hemeroteca "Diario del Alto Aragón")

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