jueves, 20 de julio de 2017

Coches, camiones, furgonetas,


Algunas informaciones sobre el parque móvil de Campo (hace unos años)       



Alrededor de 1905
Ya nos hemos referido en otra entrada de este blog, cómo vivió el pueblo la llegada del primer automóvil, según lo cuenta Antonio Castel Ballarín en uno de sus libros. El feliz propietario del nuevo coche era el Sr. Víctor Sancha, que amablemente ofreció a sus paisanos algunos datos "técnicos" sobre su adquisición, un FORD 20-30 HP. Con todo el pueblo concentrado en torno suyo, explicaba: 
"Caben cuatro personas en este automóvil. Esta lona del techo, aunque fuerte puede replegarse en días de mucho calor. Como veis, las ruedas tienen los radios de madera. Esta trompeta es la bocina, apretando de forma intermitente la especie de pera de goma que lleva unida suena en las curvas y cuando entro en algún pueblo. La pasarela, que une todo el lateral del coche de rueda a rueda, es para subir más cómodamente". 
De meses más tarde, exactamente del 25 de Noviembre de 1909, leemos en el "Diario de Huesca" la siguiente referencia de una familia oriunda de Campo, que habitaba la capital:
Renault 20-30 H.P.
Automovilismo.- La señora viuda de Aventín ha adquirido un magnífico coche-automóvil, marco Renault 20-30 H.P. Es un doble faetón último modelo de la casa constructora, que se destinará al servicio de alquiler. Ha hecho la adquisición en Madrid nuestro joven amigo D. José María Aventín, muy entendido en el sport de la gasolina. El carruaje llegará a Huesca a mediados de la semana próxima. La iniciativa de la importante casa Aventín será acogida en nuestra ciudad con singular agrado, pues implanta una mejora que ofrece rapidez y comodidad en los viajes que pudiéramos llamar improvisados, que en algunas ocasiones no pueden realizarse a medida del deseo. Felicitamos a la señora viuda e Hijos de Aventín y les deseamos prosperidades en el negocio”.

Tarifa de precios del 20 de julio de 1920
Diario de Huesca, 9 de Febrero de 1909
Automovil. Desde Graus. Impresiones de viaje (fragmento)
Hemos llegado a Graus con luz de acetileno. Dos cepillazos y un minuto de oreo a ventana de par en par, han dejado limpios de polvo y de perfume gasolináceo. Graus está tranquilo. El murmullo del Esera interrumpe la placidez dulce y tranquila de este pueblo industrioso que descansa, para mañana volver a la febril actividad constante. La silueta enorme del peñascal que amenazó tanto tiempo derrumbarse, se ve en toda su arrogante grandiosidad, recortado por el fondo difuso que es sombra y claridad vaga indecisa al mismo tiempo.Ya estamos aquí. Con las primeras llamaradas del soberano sideral partiremos con direccción a Campo y en la amable compañía de los hermanos Sres. López, mis queridos amigos.
El viaje desde Huesca ha sido delicioso. Es un sueño venir a Graus en automóvil, en estos coches increíbles de la Hispano-Suiza, que tanto les importa de gravas y firmes helados como del peso que en ellos se carga. Y volviendo sobre las gravas ¿qué tal servicio haría en estas carreteras un cilindro "apisonador"?
Hasta Barbastro tomé asiento entre el "chauffer" Casaus y el jefe de ruta Manuel Serena, los dos simpáticos en extremo y que cumplen sus destinos con admirable pulcritud. El coche salió completo y así llegó a rendir viaje. Ni el más ligero incidente anotó el cronista en su cartera. Un perro atropellado en Siétamo y que dudo mucho de que segunda vez se vea el carruaje encima...".


Camión de A. Mazana
Camión de Santiago Costa
EL PRIMER TAXI QUE HUBO EN CAMPOEl primer taxi lo tuvo Julio Benedet Sazatornil, comerciante de tejidos. Más tarde, antes de 1936, también ofreció sus servicios como taxista  Pedro Sahún. Y después de la guerra, en 1939, se establecieron. a lo largo de los años, José Ballarín Galindo, José Mª Blanch, Manuel Mazana, Angel Mazana, Jesús Prats y Sebastián Longán.
CAMIONETAS Y CAMIONES.Nos cuenta Antonio Castel que las primeras camionetas que llegaron a Campo fueron las de Bienvenido de Francheta, que era una FORD y José de Sermo, una FIAT. Al poco tiempo ya contaban con este medio de transporte en casa Peperroy, Castanera, Torrau, Luengo y Mazana. Algunos de estos propietarios, pronto dejaron las camionetas para pasar a los camiones. El señor José de Sermo compró un Chevrolet, Peperroy un Latil y un GMC.
Este  auge en el transporte tuvo lugar antes de la guerra civil. Muchos de aquellos camiones fueron requisados durante la contienda y la mayoría desaparecieron, sin que los dueños pudieran recuperarlos nunca más.
Después de 1939 la actividad económica se fue cogiendo fuerza y los camiones jugaron un importante papel. Prácticamente todas las tiendas de comestibles del pueblo tenían su propio vehículo, que les permitía abastecer su comercio y  ofrecer otros servicios, como paquetería, encargos, etc. En las serrerías también eran imprescindibles, ya fuera para traer la madera del monte como para servir los pedidos a los clientes.
A finales de los cincuenta del siglo pasado, Daniel Fuster Auset compró un Latil para la serrería que causó sensación, porque no tenía morro y la gente se preguntaba dónde demonios estaba el motor. Era de color rojo. Luego compró un Saurer, ese sí ¡con morro!
NOTICIAS DE ALGUNOS ACCIDENTES:
"El Diario de Huesca", 19 de Julio de 1934
El peligro de las velocidades excesivas. Un autobús, después de dejar los veraneantes choca contra un árbol.
En el kilómetro 37 de la carretera de Barbastro a la frontera, cerca de Graus, chocó un autobús de Zaragoza que regresaba de Eriste después de llevar veraneantes contra un árbol. El coche llevaba velocidad excesiva y se encontró con un carro, que llevando su derecha se espantó la caballería. El accidente ocurrió por evitar el encontronazo con el carro. Todos los que iban en el auto resultaron con heridas leves, por fortuna, y son: Don Jesús Alonso Mateo, maestro de Troncedo, Fernando Suárez Miguel, vecino de Zaragoza, Alberto Nestares Garrido, de Campo y Antonio Carnicero, chófer, de Zaragoza.

 
"Nueva España", 22 de febrero de 1964. "Colisión de dos vehículos. En la carretera de Barbastro a Benasque, en el punto kilométrico 71, han colisionado los camiones HU-17.472 conducido por su propietario Antonio Guinaliu Perna de 24 años de edad, residente en Capella y el de matrícula M-286.692 conducido por Lucas Castillo Fernández, de 35 años de edad, vecino de Campo. Ambos conductores manifestaron que el accidente fue debido al mal estado de la carretera por causa de la nieve helada, influyendo también la poca visibilidad, ya que ocurrió en una curva. No hubo desgracias personales, aunque los vehículos resultaron con daños de consideración".

"Nueva España", 6 de julio de 1966. "Dos heridos al caer un camión por un terraplén. En la carretera de Campo a Ainsa, en el punto kilométrico 6, el camión HU-19.710 se salió de la calzada y cayó por un terraplén. Resultaron heridos el conductor del vehículo Martín Cavero, de 35 años, vecino de Tierrantona y su acompañante Alejo Palacín de 24 años, vecino de Campo.
Terminemos con algunas fotos de camiones usados, muy peligrosamente por cierto, en los trabajos de la madera:

y una furgoneta, seguramente con una vida más tranquila y placentera que los vehículos anteriores, que perteneció a la "Orquesta Melodial".




 


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